Pasaron 12 semanas desde que Nico esta en terapia. Ha progresado mucho y ayer fue el último día de sus consultas. Decidimos quedar solo como amigos, para mientras.
-¡Rochi! Apurate que perderemos la reservacion- me decía Nico desde la sala. Íbamos a ir a un restaurante elegante para celebrar su progreso. Estaba muy orgullosa de él.
- Ya estoy lista . Vamos- le dije mientras bajaba los ultimos escalones. Nico se me quedo viendo con una sonrisa coqueta. Yo reí.
- Te ves hermosa Rochi- me dijo él y se acerco lentamente a mi. Estaba a unos centímetros de sus labios, si me inclinaba nos podríamos unir en un maravilloso beso. Miraba sus hermosos ojos verdes, los mismos ojos que siempre me perdía en.
-Gracias. Vos también te ves muy lindo- le dije alejándome. Nico se veía algo incomodo.
-Vamos- me agarro de la mano y nos fuimos al restaurante. En el auto había un silencio incomodo. Hasta que Nico hablo.
- Te amo Ro- me miro unos segundos. Yo no le respondí
- Rochi te...- lo interrumpí
- Te escuche la primera vez- le dije
- Ro mirame por favor- me suplico. Voltee a verlo.
- No quiero que esto sea una situación incomoda entre vos y yo. Quiero que volvamos a ser como antes.¿ Qué decis?-
Estaba apunto de contestar cuando vi una luz blanca, escuché que decían mi nombre y después todo se volvió negro.
*Narra Nico*
Estaba a punto de hablar cuando vi que un camión se cruzo la calle mientras el semáforo estaba en rojo. Traté de esquivarlo pero me fue imposible, chocamos. Lo único que tenía en mente era ella, grité su nombre mientras la sostenía, cerro los ojos y poco después todo se volvió negro.
Desperté en una cama de hospital. Me habían inyectado suero para hidratarme. Tenía múltiples heridas en todo el cuerpo pero no me importaba, lo único que me importaba era mi rosa y si estaba bien. Empece a moverme y una enfermera entro a la habitación rápidamente.
- Señor, no puede hacer eso. Cálmese por favor.- me decía la enfermera. Solo podía pensar en Rochi. Me sentía tan CULPABLE.
- Señorita por favor tiene que ayudarme. ¿ No sabe cómo esta Rocio Igarzabal?¿ Se encuentra bien?¿Dónde esta?- le dije desesperado. La enfermera reviso su libreta que llevaba y luego me miro con una cara de compasión.
- La señorita Igarzabal se encuentra en cuidados intensivos, lo lamento mucho joven- Ella salio de la habitación. No podía creer lo que me había dicho. Mi rosa ahora estaba en un infierno por mi culpa. Me odiaba tanto. Estallé en llanto.
Dos semanas, dos horribles semanas en las cuales Rochi no se ha despertado. A mi me dieron de alta el mismo día que abrí los ojos, desde entonces no me he despegado de el lado de Rochi. Siempre le canto o le leo un libro. A veces solo le hablo. Los doctores ya me han dicho que es muy probable que nunca despierte, que debemos desconectarla pero jamás lo haría. Tengo fe que ella va a despertar
- Rochi, mi amor. Tenes que despertar. Tienes que probarles a estos doctores de quinta que están equivocados. Por favor Rochi. Yo te amo y no se que haría sin vos. Por favor despertá- Le bese ambas manos y después bese sus labios. Estaban pálidos y fríos, nada comparados a como estaban hace 3 semanas. Tenía mucho sueño así que decidí dormir en la silla que estaba al lado de su cama.
Narra Rochi:
Estaba en un profundo sueño, Nico y yo nos estábamos casando todo era perfecto. De repente un gran monstruo destruye la boda, ese monstruo era Eugena. Se llevaba a Nico lejos de mi. En ese momento desperté de ese horrible sueño y me di cuenta que estaba en un hospital. Sentí un peso en mis piernas y me di cuenta que era la hermosa cabeza de Nico.
Narra Rochi:
- Nico........ Nico despertá- le decía mientras movía su cabeza lentamente ya que no tenia fuerzas. Nico reacciono después de cinco minutos tratando de despertarlo. Cuando me vio, rápidamente me abrazo y lleno mi cara con abundantes besitos. Reí por su preocupación exagerada.
- Lo siento tanto Rochi. Perdoname por favor, nunca quise lastimarte, mucho menos engañarte o obligarte a estar conmigo cuando vos no estabas lista para volver conmigo. Te amo mucho. No se que haría sin vos en mi vida. Perdoname por todo el daño que sufriste por mi culpa- Nico estaba llorando, me partió el alma verlo así por mi culpa. Le acaricie las medias en silencio mientras el dejaba de llorar. Me miraba tratando de encontrar una respuesta, pero no se la di.
- Rochi? Decí algo por favor. No te quedes en silencio mirando con esos ojos tan hermosos que hacen que todo mi cuerpo se derrita. Decí algo, por favor.- Cuando no le respondí, se levanto y se dirigió a la puerta.
- Te perdoné el segundo que cerre la puerta después que te vi besando a Eugenia.- Nico se había quedado quieto en la puerta, no se movía. Seguí hablando, no quería perderlo, no otra vez.
- También te amo, te amo como nunca he amado a nadie en toda mi existencia. Nadie es perfecto, yo no lo soy. Todos cometemos errores, unos mas que otros pero eso el lo que nos hace humanos. No quiero perderte Nico, te amo demasiado para dejarte escapar de mi agarre.- Tenia lagrimas en los ojos, era inevitable. Nico empezó a acercarse hasta quedar frente a mi de nuevo.
- Te amo Rocio Igarzabal. Promete que nunca me vas a volver a dejar solo.- Su voz era debil al igual que la mia pero era sincera. Sonreí, amaba tanto a este rubio.
- Te lo prometo- Y así fue como nos fundimos en un beso lleno de amor y sinceridad.
Después de todo no fue tan malo vivir con el enemigo.
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