Ya habían pasado 2 semanas desde que he estado ignorando a Nico, he perdido 5 kg y no he salido de casa excepto para ir a la escuela. Nicolás siempre llegaba para tratar de hablar conmigo pero a la semana dejo de intentarlo. Decidí ir a hablar con él, después de todo quería escuchar la mentira que me dirá.
Toqué el timbre de su casa, Maria Laura me abrió sorprendida
-Ro, Nico bajará en un segundo- me dijo mientras desaparecía adentro de la casa. Escuché como bajaban rápidamente las escaleras y en menos de un minuto Nicolás estaba en la puerta abrazándome.
-Rochi, mi amor. Solo déjame explicarte lo que pasó. Te amo y no te quiero perder- me dijo abrazándome más fuerte. Ahora me enojé. Lo empujé lejos de mí.
-¿Amarme? Eso es lo último que puedes sentir por mí- le dije fría
-No! eso no es cierto y lo sabes- me dijo acercándose a mí, pero me alejé.
- Me engañaste- le dije, podía sentir como las lágrimas bajaban sin permiso por mi rostro.
- No mi amor, ella me besó. Solo llegaste en el momento equivocado- Nico también estaba llorando, me mataba verlo así pero ya no importaba.
- Quizá era el momento indicado- le dije. Estaba dolida.
-Rochi, era Eugenia- me dijo Nicolás mirando al piso. En ese momento perdí el control de mí misma.
- ¿Cómo pudiste engañarme con tu ex-novia? De todas las mujeres en el mundo, escogiste a la persona que más daño te ha hecho ¿Por qué Nicolás? ¿Por qué?- le dije enojada. Le di una cachetada.
-Ro, tienes que creerme. Ella regresó, me dijo que había cometido un error en dejarme ir y se me tiró encima. Jamás te engañaría, yo te amo. Eres lo más importante que tengo. Por favor perdóname. Por favor mi amor- Estaba de rodillas, llorando, su cabeza apoyada en mis rodillas. Mi corazón se rompió aún más.
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