Viviendo con el enemigo - Capítulo 3

- Rocío ¿ Qué haces aquí?- me dijo sorprendido
- ¿Qué hago aquí?, ¿Es lo único que puedes decirme después de habernos dejado a mamá y a mí, tu única hija, solas, sin nadie que nos cuidara.¿Qué hago aquí? ¡¡Te odio!!- le grité histérica, lágrimas bajando por mi rostro. Nicolás solo me veía asombrado pero a la misma vez con su cara de chico malo.
-Rocío....- empezó a decir mi padre.
- Ni te molestes,.... me voy- lo pase empujando mientras salía enojada, pero a la vez llena de tristeza. No podía creer que lo había vuelto a ver después de tres años tratando de superar su abandono. Sentí como Nico me jalaba del brazo, era fuerte pero a la vez suave. Me zafé de su agarre.
-Rochi, espera por favor. Te llevaré a tu casa- me dijo
- casa es el último lugar donde quiero estar- Ya no podía ser fuerte, así que empece a llorar en su pecho, al principio él no sabía si abrazarme o no, pero al final si lo hizo. Me acariciaba el cabello y me decía que me calmara, eso solo lo empeoraba, no podía dejar de llorar. Odiaba a mi padre, ¡LO ODIABA!
- Como no quieres ir a tu casa, que te parece si te llevo a comer a algún lado?- preguntó Niall
- esta bien- dije aun llorando

Subimos al auto de Nicolás y llegamos al McDonald, nunca había visto que alguien comiera tanto.
- ¿tienes mucha hambre eh?- pregunté riéndome
- La verdad no tengo tanta hambre- dijo, yo reí
- No quiero saber cuanto comes cuando tienes hambre- dije sonriendo, él me sacaba sonrisas. El solo rió.
- ¿ Hace cuánto sales con Lanzani?- preguntó
- Hace un año- dije
- Eso es mucho- dijo él
- Si- respondí. Me asombró que Nico ya no tocó el tema de mi padre.
- Entonces, ¿ a dónde te llevo?- me preguntó
- A la casa de Peter- dije
-Mmm... qué van a hacer?- dijo con cara coqueta y yo reí

-Nada, solo necesito hablar con él, y pasaré la noche en su casa- dije segura.
-Cuidado si pasa algo- dijo divertido
-Sabes que? Aparentás alejar a las personas, pero eres buena gente- dije sonriente
- Más te vale que no le cuentes a nadie de esto- dijo fastidioso
- Pero Peter preguntará- dije
- Solo a él, pero a nadie más- dio estacionando su carro enfrente de la casa de los Lanzani.
- Gracias Nico- dije
-Ya sabes-
- Nos vemos luego- dije mientras le daba un beso en la mejía
- Adiós- dijo, mientras me bajaba del auto.

Fui a la puerta y toque, me abrió Ana, la madre de Peter.

- Hola Ana- dije sonriente
- Hola Rocío, ¿Buscas a Peter?- preguntó sonriente
- Si, así es- dije
- Pasa, esta en su habitación- dijo
-Gracias- dije mientras subía las gradas. Toque la puerta del cuarto de Pitt 
-Pase- dijo. Abrí la puerta, Peter estaba viendo tele, sin camisa, y con comida por todos lados
- ¿Qué paso Amor?- preguntó preocupado 
-Tengo algo que contarte- dije mientras unas lágrimas rodaban por mi mejía, en ese momento me tire encima de Peter para abrazarlo.
-¿Qué paso? Alguien te hizo algo?- preguntó
- Es mi padre- le dije abrazándolo aun más fuerte.
-Ro, tienes que superarlo. No tienes que seguir sintiéndote mal por algo estúpido que él hizo. No llores mi amor, todo saldrá bien. te lo prometo- me dijo tratando de calmarme.
- Gracias Pitt,¿ pero sabes lo que acaba de suceder?- dije aun con más lágrimas.
-¿Qué paso?- preguntó, aferrando su cuerpo aun más al mío.
- En clase a mi me toco trabajar con Riera, entonces fuimos a su casa y ahí me di cuenta que su madre es la novia de mi padre y entonces salí corriendo de ahí, Nivo me llevó a comer algo y me trajo aquí- dije llorando 
-Mi amor, tranquilízate, todo estará bien, Riera no te hizo algo? Verdad?- preguntó celoso.
- Tranquilo, el no es tan malo como aparenta- dije recordando al Nico amable que conocí hoy.
- Bueno ahorita no importa él, importas tu! y ¿le dirás a Adriana?- preguntó
- No le diré nada, no pienso ir a casa hoy- dije sentándome en la cama de Peter con los brazos cruzados.
- Pero Ro! tienes que hablar con ella, es tu madre- dijo tratando de convencerme
- Osea que no quieres que este contigo?- dije fingiendo estar ofendida
- NO! nada de eso, me encantaría estar contigo, pero, Rochi, es tu madre y necesitas decirle- dijo
- Aun no estoy lista para hablar de eso con ella- dije triste.
-Bueno, te quedas, pero me prometes que hablarás con ella- dijo
- Te lo prometo- dije
- ¿Qué te parece si cerramos el trato con un beso?- dijo acercándose a mí
- Pues me parece buena idea- dije para después besarle.