-Eeh, no mama
-Que no?- podía ver furia en sus ojos
-No es lo que pensas- Levanté una mano
-Y que sabes vos lo que pienso?- levantó los hombros
-Señora...- habló Nico intentando acercarse
-Vos callate, pendejo. Mi hija es demasiado para vos- levantó una mano, manteniendo la distancia entre Nicolás y ella
-Callate mamá!- grité
-No me vas a callar a mi. Como te podes enamorar de este- lo miró con desprecio- miralo, chorrea grasa, asqueroso, da lástima. Y vos tan refinada, vestida de la mejor marca de ropa de Argentina
-Mamá...- esta vez yo la miraba con furia
-No! Enserio que le viste a este?-Señaló a Nicolás- Teniendo a Pablo Martínez a tus pies. El si es todo un caballero- levanto las cejas
-Riera, esta de más decir que esta despedido, no?- el solo miro al suelo
-NO!- grité -Por favor mama, lo amo!- estiré la mano para agarrar a Nico, pero mi mamá agarro mi mano
-No lo amás!- gritó -Es sólo calentura, Rocío. Hace cuanto no tenes relaciones? Con este- señaló a Nico- pasas una noche y se te va todo el amor
-Que hablás, mamá? Si ya tuve relaciones con el dos veces y sin embargo cada día lo amo más- quería que le duela.
Su cara de sorpresa hizo que una sonrisa victoriosa en mi cara aparezca. Hasta qué la vi caer a suelo.
-QUE PASÓ!?- entró mi papa, podía ver la preocupación en sus ojos
-Tu hija..-dijo mi mamá como pudo-Tu hija se está revolcando con el conserje.
Vi los ojos rojos de mi padre mirar a Nicolás y luego mirar hacia mi.
-Por favor, papá. Lo amo, sólo tengo 7 días para estar con el- exploté en un llanto
-Llame a una ambulancia!- le gritó mi padre al jefe del hotel mientras se ponía de pie y caminaba hacia mi
-Papá, por favor- no se porque, pero estaba cubriéndome para que no me golpee
-Rocío, por dios!- bajé los brazos que cubrían mi cara y vi a el con una cara tranquila
-No me vas a hacer nada?- pregunté aún con miedo
-Tu mamá es una exagerada. No te voy a prohibir que ames. No te voy a hacer nada, soy tu padre, no tu jefe- lo abracé
-Te amo, papá
-Yo más, hija- llamó a Nico con la mano -Nicolás, no?- Nico asintió tímido -Perdón por el show de mi esposa, vos no sos menos y Rocío no es más. Tienen derecho a amarse chicos, enserio se los digo.-Nico asintió sonriendo -Ya vengo...
Mi papá se dirigió junto al jefe
-Usted no tiene derecho a echarlo..- puso una mano en su hombro -Usted nunca se enamoró de una huésped?- el jefe miro al suelo. Nico se acercó a mi y me abrazó
-Te amo. Te amo mucho...- susurró. Mi padre se acercó a nosotros
-Chicos, enserio. Disfruten. Vos -me señaló -vas a tener que tener una larga conversación con tu madre. Les doy un consejo, siempre que salgan juntos, háganlo a escondidas-
Asentimos. Mi padre llamó al jefe con la mano -Hay alguna habitación disponible?
-Si. La 306, piso cuatro
-La alquilo por cuatro días- me sorprendí. Para quien iba a ser?
El jefe le trajo un par de llaves y mi padre se las tiró a Nico -Pásenla bonito- guiño un ojo -Vallan. Yo me quedo aca a cuidar. Tienen plata para salir a almorzar o algo?- Nico asintió -Listo. Nos vemos- saludó con la mano.
Subimos por el ascensor, callados hasta que llegamos al piso cuatro.
Entramos a la habitación y era igual a la de mis padres. Nada más que la habitación de mis padres era una cama matrimonial y una de media plaza, y esta era solo una cama matrimonial
-No lo puedo creer...- dijo Nico
-Yo tampoco...- me senté en la cama
-Que groso tu papá!
-Te juro que nunca me hubiese imaginado esto. Es más, me imaginaba que se iba a re enojar, que se yo...
-Igual, después le voy a dar la mirar para que pague
-Th, que decis?
-Si, es me...
-Shhh- lo callé -Menos palabras y más besos.
Me puse de pie, enrede mis dedos en sus pequeños rulos recién formados y lo besé.
Caímos a la cama y poco a poco, ya saben...
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